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viernes, 22 de octubre de 2010

Tu...padrastro.


Me pare y agarre mi abrigo, mientras iba directo a la casa de Austin. Mucho antes de que el pudiera decir algo me lance a sus brazos, el con confucion me correspondio al abrazo. Llore, en silencio. El me llevo a dentro y nos recostamos en el sofa. No podira soltarlo, no queria soltarlo. Algo me decia que el era la unica persona, la cual podia confiar. Le conté todo, sobre el ‘don’. Sobre lo que me ha pasado en estos días, todo. Mi hermano, aunque doliera no estaba, estaba lo suficientemente lejos como para no enterarse de nada. El era a quien necesitaba ahora.

-No llores, por favor-rogo Austin, ya llevaba llorando un par de horas. Asenti lentamente, mientras suspiraba y trataba de calmarme-No fue tu culpa...-trato de decir.

-Claro que si, es unicamente mi culpa, ¿por que yo tengo que tener este maldito don?-grite, mientras lloraba mas. Me tape la cara con ambas manos, sintiendo verguenza de mi misma.

Senti un par de pies venir hacia nosotros, y hize caso omiso a eso.

-¡Camila!, siento mucho lo que paso con tu...padrastro-la ultima palabra me dejo en blanco, ¿Juan mi padrastro? Ni en broma. Hice una mueca, pero no dije nada-¿y que es eso del maldito don?-dijo sentandose a mi lado. Austin suspiro pesadamente.

-Mama, dejala en paz, no es tu problema-mascullo entredientes. Ella lo miro sorprendido. Pero luego la mirada de ambos se poso en mi, o mas bien en mis labios.

-¿Que te paso en el labio?-pregunto Austin, mientras pasaba su dedo por mi labio inferior. Yo me pare. Era hora de mi salida.

-Muchas gracias por aceptarme aqui, Austin-dije mientras sonreia falsamente-Debo irme...

Pero antes de que llegara a la puerta, Austin me jalo consigo a su cuarto. Cerro la puerta con llave y me hizo mirarlo.

-Fue mi madre-confece-ella estaba...perturbada, y me dio una bofetada, tal vez ni siquiera sabia que me haria daño-dije defendiendo a mi madre, cosa que no deveria hacer pero la queria demasiado como para hundirla.

-No deveria hacerlo...-susurro, mientras me miraba. Mi labio empezo a temblar, y ahi supe que las lagrimas saldrian de nuevo.

-Debo irme-susurre.

Cuando ya iba a mitad de camino, vi que no tenia las llaves. Tal vez las deje alla. Senti algunas gotas en mi cara, asi que mire hacia arriba. Estaba lloviendo y supuse que en un par de minutos estaria lloviendo a mares. Asi que me devolvi a la casa de Austin rapidamente. Aunque amaba mojarme con la lluvia, desde niña, pero siempre me agarraba un resfriado. Estaba tocando la puerta pero nadie abria, asi que use la llave que tenia-me dio la llave de su casa hace unos años, pero nunca la uso, ya que no me gusta entrar sin tocar-y entre por fin. Al parecer nadie estaba, ya que habia completo silencio.

Subi las escaleras rapidamente. Y entre al cuarto de Austin, pero me lleve la grandiosa sorpresa de que, ¡Austin estaba con Lorena! Esta estaba bailando en ropa interior, alrededor de Austin. Quede en shock, como ninguno de los dos me vio sali de ahi. Respire unas cuantas veces y me encamine a la salida. En cuanto sali me empape completamente, habian truenos y demas. Por alguna razon estaba triste, solo que no sabia por que. Tal vez por el hecho de que Presenti que algo malo pasaria. O no lo se, tal vez por la escena que vi hace minutos. Odiaba estar confundida.

Oscurecio rapidamente asi que me meti al primer local que vi. Era un Cafe. Me sente en una de las mesas mas alejadas y el mesonero vino directamente hacia mi. ¿Quien demonios lo llamo?

-¿Que desea?-me pregunto amablemente. No pensaba pedir nada, pero el delicioso olor a cafe recien hecho inundo mi nariz.

-Un cappuchino grande, por favor-dije sonriendo. El lo hizo igual y fue a buscar mi pedido. Pensandolo bien, el chico era muy lindo, y quizas tenia unos 15 o 16 años...Dios Camila, tienes que dejar de pensar en chicos, mejor piensa en...Frutas. ¿Frutas? ¿No se me pudo ocurrir algo mejor?

El chico vino hacia a mi y trajo mi cafe.

-¿No quieres...sentarte?-pregunte timidamente, antes de que el chico se fuera. El me sonrio con disculpa.

-No puedo, pero si quieres dejame tu numero y nos reunimos luego...-dijo con aquella sonrisa reluciente que tenia. Tenia el cabello negro, ojos claros y de tez blanca. Era mucho mas alto que yo, y tenia un muy buen cuerpo, ¿iba a GYM?. Busque un boligrafo en el bolso y le escribi en su brazo mi numero. Para mi sorpresa, el hizo lo mismo conmigo.

Me tome mi cafe y me fui a mi casa. Llegue, y luego de escuchar el sermon de mi madre sobre 'No andes sola tan tarde, mira que en estos dias la calle esta muy peligrosa, y ahi muchos secuestro y robos, blah, blah, blah' agende el numero del chico del cafe y me dormi.

4 comentarios:

  1. wow chico lindo a la vista*.* jaj...
    ahh que feo pobre cam se siente horrible me re gusto el cap..y por un momento pense que iba a pasar algo con austin pero despues lo vio con lorena...¿a caso camila no necesitara un chico?
    subi pronto besos!

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  2. :O Pobre Camii !!!, yo quedaria de esa misma manera si viera lo que vi, esperemos ke ese mesero sea simparcio.. esperemoos Austin es muy tierno
    *--*

    Besos Cuidate

    Camila ♥

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  3. :D
    te qedo fiino el cap!
    publica pronto Phineasaaaa!
    espero qe hoy llegues temprano d tu infiernito.. necesito preguntarte algunas cosas sobre tu concursoo :)
    Byee

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