Seguidores

viernes, 22 de octubre de 2010

Tu...padrastro.


Me pare y agarre mi abrigo, mientras iba directo a la casa de Austin. Mucho antes de que el pudiera decir algo me lance a sus brazos, el con confucion me correspondio al abrazo. Llore, en silencio. El me llevo a dentro y nos recostamos en el sofa. No podira soltarlo, no queria soltarlo. Algo me decia que el era la unica persona, la cual podia confiar. Le conté todo, sobre el ‘don’. Sobre lo que me ha pasado en estos días, todo. Mi hermano, aunque doliera no estaba, estaba lo suficientemente lejos como para no enterarse de nada. El era a quien necesitaba ahora.

-No llores, por favor-rogo Austin, ya llevaba llorando un par de horas. Asenti lentamente, mientras suspiraba y trataba de calmarme-No fue tu culpa...-trato de decir.

-Claro que si, es unicamente mi culpa, ¿por que yo tengo que tener este maldito don?-grite, mientras lloraba mas. Me tape la cara con ambas manos, sintiendo verguenza de mi misma.

Senti un par de pies venir hacia nosotros, y hize caso omiso a eso.

-¡Camila!, siento mucho lo que paso con tu...padrastro-la ultima palabra me dejo en blanco, ¿Juan mi padrastro? Ni en broma. Hice una mueca, pero no dije nada-¿y que es eso del maldito don?-dijo sentandose a mi lado. Austin suspiro pesadamente.

-Mama, dejala en paz, no es tu problema-mascullo entredientes. Ella lo miro sorprendido. Pero luego la mirada de ambos se poso en mi, o mas bien en mis labios.

-¿Que te paso en el labio?-pregunto Austin, mientras pasaba su dedo por mi labio inferior. Yo me pare. Era hora de mi salida.

-Muchas gracias por aceptarme aqui, Austin-dije mientras sonreia falsamente-Debo irme...

Pero antes de que llegara a la puerta, Austin me jalo consigo a su cuarto. Cerro la puerta con llave y me hizo mirarlo.

-Fue mi madre-confece-ella estaba...perturbada, y me dio una bofetada, tal vez ni siquiera sabia que me haria daño-dije defendiendo a mi madre, cosa que no deveria hacer pero la queria demasiado como para hundirla.

-No deveria hacerlo...-susurro, mientras me miraba. Mi labio empezo a temblar, y ahi supe que las lagrimas saldrian de nuevo.

-Debo irme-susurre.

Cuando ya iba a mitad de camino, vi que no tenia las llaves. Tal vez las deje alla. Senti algunas gotas en mi cara, asi que mire hacia arriba. Estaba lloviendo y supuse que en un par de minutos estaria lloviendo a mares. Asi que me devolvi a la casa de Austin rapidamente. Aunque amaba mojarme con la lluvia, desde niña, pero siempre me agarraba un resfriado. Estaba tocando la puerta pero nadie abria, asi que use la llave que tenia-me dio la llave de su casa hace unos años, pero nunca la uso, ya que no me gusta entrar sin tocar-y entre por fin. Al parecer nadie estaba, ya que habia completo silencio.

Subi las escaleras rapidamente. Y entre al cuarto de Austin, pero me lleve la grandiosa sorpresa de que, ¡Austin estaba con Lorena! Esta estaba bailando en ropa interior, alrededor de Austin. Quede en shock, como ninguno de los dos me vio sali de ahi. Respire unas cuantas veces y me encamine a la salida. En cuanto sali me empape completamente, habian truenos y demas. Por alguna razon estaba triste, solo que no sabia por que. Tal vez por el hecho de que Presenti que algo malo pasaria. O no lo se, tal vez por la escena que vi hace minutos. Odiaba estar confundida.

Oscurecio rapidamente asi que me meti al primer local que vi. Era un Cafe. Me sente en una de las mesas mas alejadas y el mesonero vino directamente hacia mi. ¿Quien demonios lo llamo?

-¿Que desea?-me pregunto amablemente. No pensaba pedir nada, pero el delicioso olor a cafe recien hecho inundo mi nariz.

-Un cappuchino grande, por favor-dije sonriendo. El lo hizo igual y fue a buscar mi pedido. Pensandolo bien, el chico era muy lindo, y quizas tenia unos 15 o 16 años...Dios Camila, tienes que dejar de pensar en chicos, mejor piensa en...Frutas. ¿Frutas? ¿No se me pudo ocurrir algo mejor?

El chico vino hacia a mi y trajo mi cafe.

-¿No quieres...sentarte?-pregunte timidamente, antes de que el chico se fuera. El me sonrio con disculpa.

-No puedo, pero si quieres dejame tu numero y nos reunimos luego...-dijo con aquella sonrisa reluciente que tenia. Tenia el cabello negro, ojos claros y de tez blanca. Era mucho mas alto que yo, y tenia un muy buen cuerpo, ¿iba a GYM?. Busque un boligrafo en el bolso y le escribi en su brazo mi numero. Para mi sorpresa, el hizo lo mismo conmigo.

Me tome mi cafe y me fui a mi casa. Llegue, y luego de escuchar el sermon de mi madre sobre 'No andes sola tan tarde, mira que en estos dias la calle esta muy peligrosa, y ahi muchos secuestro y robos, blah, blah, blah' agende el numero del chico del cafe y me dormi.

martes, 19 de octubre de 2010

Hellou (HH)

Holaa chicaas chequeadoras (HH).
Tengo nuevo blog._. pero NO es de historias xd
Es de todo lo que se me ocurra._. hace pensar mucho o.o'
Pasen por ahi:D & Comenten (HH) Ahora apenas y lo acomodo xd
Teenage Dreams♥(:
Byee's(:

lunes, 18 de octubre de 2010

Frustracion.



-¡Camilin!-Dijo Sol desde el otro lado de la línea, ella era la típica ricachona mimada. Esperen, ¿que hacia ella despierta a esta hora? Según ella, hacia mal para el cutis, no es que le prestara mucha atención a lo que ella decía, pero; ¿como no escucharlo si lo grita por todos lados?

-¿Que quieres, Sol?-le pregunte mientras me acostaba en mi cama.

-Sentí un presentimiento...¿quieres hablar?-me dijo con voz de falsa tristeza.

-Si-admití-pero no contigo-Sentí como un leve cosquilleo en el estomago, algo que me incitaba a contárselo, y empecé a hablar-Mate a una persona, Juan.-admití, luego de taparme la boca con la mano. ¿Por que dije eso? ¿¡Mate a una persona!? Trate de remediarlo, pero ella empezó a hablar.

-¿Enserio? ¡Oh valla!-dijo con falsa sorpresa-Bueno, ¡Good-Bye!

-¡No, no, no, no!-trate de negar.

La línea se corto.

Agarre la almohada y la puse en mi cara. Grite, ya que tenía un mal presentimiento ahora. ¿Por que dije eso? ¿Que me paso? Con tantas preguntas sin respuesta me dormí placidamente perturbada.

Abrí los ojos asustada, a tal pesadilla.

*-Mátenme a mi-pedí con voz ahogada, al ver que tenían la pistola en su cabeza. Ellos me miraron incrédulos. Simplemente no creían que yo estuviera dando la vida por una persona, que para mi, era muy especial.

-¡Querida, no! No podemos desperdiciarte...-me susurro un chico al oído, mientras me daba un beso en el cuello. Me estremecí del miedo y del asco, si; el chico era lindo, pero dejaba de serlo al querer matar a personas especiales para mi. Realmente era repugnante ver como me desvestían con la vista.

Y sucedió. Lo que mas temía, la bala salio disparada hacia la cabeza de...*

Toque mi frente con mi mano. Estaba helada, como siempre. Así que me relaje un poco. Me pare de la cama, mientras iba a al cuarto de mi madre a ver como seguía. No pude dormir toda la noche...¿cargo de conciencia? Creo que si. Llegue a su cuarto y me asombre, estaba hecho un asco; cosas tiradas por todas partes, comida chatarra en la cama. Mire todo con confusión. Escuche un sollozo detrás de mí. Me voltee rápidamente, a encontrarme con mi madre...enfurecida.

-¿Que haces aquí?-me pregunto con rudeza. La mire perpleja. ¿Que había hecho yo ahora?

-Yo solo quería saber...-trate de decir.

-¡Fuera de mi vista!-me grito en la cara. La mire sin comprender, mientras trataba de hablarle, pero ella se me adelanto-¡Te dije, fuera de mi vista!-grito, mientras me agarraba la mano rudamente. Pegue un pequeño grito de dolor.

-¡Me lastimas!-dije, al ver la presión que hacia para sacarme del cuarto. Finalmente me saco y me cerro la puerta en las narices. Mire mi mano, estaba un poco roja en la parte de la muñeca y sus uñas, claramente me había hecho daño, tenia sangre en donde habían estado sus uñas antes. Trate de no pensar nada, y simplemente relajarme, cualquier pensamiento dañaría mi vida, de eso estaba segura.

Me fui a mi cuarto, y me dormi entre lagrimas.

...

Esto es muy frustante. Ver a tu madre, llorando y gritando por la muerte de alguien, la muerte que tu causastes. Ver la mayoria de los ojos de las personas puestas en ti, a ver cual locura haras esta vez. Pero, ¿Saben que? Esta vez no hare nada. Solo quedarme, viendo como mi mama hecha su vida a la basura. Ver como el remordimiento me corcome por dentro. Ver como aquellos que alguna vez confiaron en mi te dejan sola.

Ahora nos encontramos en el funeral, y aunque deveria de estar triste no lo estoy, ¡Demonios! eso es malo. Una lagrima sale de mis ojos. Y como si estuviera escrito en la frente un 'Culpable' todos voltean a verme. La mirada acusadora de ellos me perturba. Una mirada diciendo algo como 'Hipocrita'. Si, ya todos saben que yo tuve algo que ver con la muerte de el. ¿Por culpa de quien? Por mi maldita culpa. Y por supuesto, por la de Sol.

Cuando por fin se acabo aquello, nos fuimos a casa. Al entrar, mi mama me dio una bofetada. Me lleve la mano a la mejilla por puro instinto y la mire. Ella no tenia ni una pisca de arrepentimiento. Solo odio y dolor. Senti un sabor metalico en la boca y fui a verme al espejo. Mi labio inferior estaba roto. Me temblaba. Me lleve la mano hacia el y lo toque delicadamente. No lo podia creer, ella nunca me habia pegado, ¡y menos asi! Sin poderlo saber, me encontraba sola en la sala, en la oscuridad. Justo como era antes ¿no?. Tal vez me lo merecia, por querer solo mi felicidad, pero ¿para que? No era feliz ahora y no sere feliz, ¡quien sabe que hara mi madre!

jueves, 14 de octubre de 2010

¡Pensamientos!


-¿Como estas, Camila?-me pregunto dulcemente, mientras abrazaba a Austin. Si, es su novia.

-Mejor, muchas gracias-le dije sonriendo.

-Austin, ¿nos puedes dejar solas un minuto?-le dijo ella, mirándolo a los ojos. El asintió sonriendo, mientras le daba un beso corto en los labios. Austin salio de la habitación y Lorena me miro nerviosa.

-¿Que pasa?-le pregunte.

-Austin y yo cumplimos 3 meses mañana...y quería saber, ¿tienes idea de como celebrarlo?-me pregunto con una sonrisa tímida.

-Primero, ¡Felicitaciones! Segundo, no lo se, se ingeniosa, llévalo a hacer algo divertido. O simplemente vallan a la playa, conozco una cerca de aquí, que no va mucha gente.-comente, sopesando posibilidades de donde lo llevaría.

-Gracias-me dijo sinceramente, luego su cara cambio a inseguridad-Camila, ¿te gusta Austin?-me pregunto.

-¡Claro que no!, es mi mejor amigo-dije confundida-¿Por que?

-Por que, siento que pasa mucho tiempo contigo. Además, siempre habla de ti...-no la deje terminar.

-¿Enserio?-pregunte incrédula. ¿Austin hablando de mí? ¿Es una broma?

-Si, aunque no es que desconfíe de ti, para nada, pero; quisiera que pasara mas tiempo conmigo-dijo tímida.

-Claro, se lo comentare.

-Gracias-agradeció nuevamente, mientras se paraba y se iba de la habitación. Su pregunta me tomo desprevenida. ¿Me gustaba Austin? Yo digo que no...

Luego de eso, volví a dormirme.

Me pare de la cama, para ir al baño, y escuche unos sollozos, provenían de la cocina supongo. Eran las 2 de la mañana, ¿quien podría llorar a esta hora? Baje silenciosamente, y me asome en la cocina. Vi a mi madre en el piso, llorando a mares. Me hacia mal verla así, destrozada, y lo único que mencionaba era 'Juan'.

Me atreví a pasar a la cocina y observe a mi madre de cerca. Tenía todo el maquillaje corrido, y los ojos hinchados y rojos. Sus manos se aferraban a su cabello.

-¿Que pasa, mama?-le pregunte arrodillándome a su lado. Ella solo lloraba, hasta que respiro profundo.

-Juan murió-balbuceo. Yo me quede en shock total. ¿Murió? Abrí la boca del asombro. Y de inmediato sentí pena por mi madre. Y me sentí mal yo, antes de que Juan muriera, solo lo había ignorado o insultado. Me acerque a mi madre y la abrace, ella mojo mi camisa con sus lágrimas. Le susurre un 'Lo siento'. Y de verdad lo sentía, el era una de las pocas razones para que mi madre estuviera feliz. Y...a pesar de como lo trataba yo, era un buen hombre. Una lagrima se deslizo por mi mejilla, dejando el rastro húmedo por donde paso. Generalmente, si el se hubiera ido diría 'Genial, seremos felices de nuevo'. Pero, ahí algo que me decía que era mi culpa todo esto.

Un fugaz pensamiento paso por mi cabeza, *Quisiera el que no existiera, simplemente eso, y seriamos felices. ¿Es que era muy difícil cumplir eso?*. Aquel pensamiento que paso por mi cabeza cuando veía con satisfacción la foto quemada de la boda. Aquel pensamiento por el que mi madre llora. Aquel pensamiento...que causo todo esto. ¿Volvió lo de la ley de la atracción? -Genial-pensé con sarcasmo. Me pare y llame a Jordan, tenía que hablar con alguien sobre esto.

Ya iban 5 repiques y el nada que contestaba. Me callo el contestador, así que fui con mi madre de nuevo.

-Venga, vamos a dormir, te va hacer mal estar así-le dije yo, tratando de pararla, para llevarla a su cuarto.

Al principio se negó, pero luego, con mi insistencia; cedió. La lleve a su cama, y espere a que se durmiera.

Me odiaba en este mismo momento, era mi culpa. ¡Yo y mis estupidos pensamientos! Me fui a mi cuarto en cuanto me asegure de que mi madre estuviera dormida, y me enrolle en las sabanas. Le puse 'Play' a la música de mi IPod, dejando que el dulce sonido de -My Immortal-Evanescence-llenara completamente mis oídos. Los parpados me pesaban, pero había algo que no me dejaba dormir. Empecé a cantar, la canción, bajito para que mi madre no se despertara. En este momento lo único que deseaba, era poder hablar con alguien, no me importa quien, pero que no me juzgara, simplemente me escuchara. Derepente me sonó el teléfono. Yo atendí.

-¿Hola?-pregunte con temor.

domingo, 10 de octubre de 2010

Fuego.



Sentí como las lágrimas comenzaban a salir descontroladamente. ¡Se habían casado! ¡Maldita sea, se casaron! Las ganas de gritar, de hacer cualquier locura se encendieron en mi.

Agarre el prendedor que tenia en la mano y lo tire en la foto, vi como se quemaba, todo lo que quedaba de ella eran cenizas. Quisiera el que no existiera, simplemente eso, y seriamos felices. ¿Es que era muy difícil cumplir eso? Me concentre tanto en mis pensamientos que no me di cuenta, de que lo que se quemo no era simplemente la foto, si no que se empezó a quemar el mueble, mire aquello espantada, mientras corría a buscar agua, pero para mi mala suerte, ¡Habían quitado el agua hoy!.

Ya el fuego llegaba hasta aquí. Empecé a toser, todo el humo me hacia ver borroso. Las piernas se me debilitaron y caí sentada en el suelo. Logre marcar el número de los bomberos. A los minutos sonó el timbre, no pude abrir ya que la entrada estaba llena de humo y había fuego. Ya me sentía lo suficientemente mareada como para no poder gritar. Alguien abrió la puerta, logre visualizar a mi madre, Jordan, Katherine y Juan. Luego de eso perdí la conciencia, no sin antes sentir el impacto de mi cabeza con el piso, y algunos gritos.

Sentí un fuerte pinchazo en la mano, la moví bruscamente tratando de que aquel 'dolor' terminara. Abrí los ojos y respire entrecortadamente. Lo primero que hice fue llevarme la mano a la cabeza, por simple impulso, apenas me toque y sentí un dolor punzante. Solté un pequeño grito de dolor. Mi madre, que estaba a mi lado, anteriormente inyectándome-si, es doctora-me miro preocupada. Recordé por que me paso esto, y odie todo a mí alrededor. Mire a mi madre con reproche y ella me miro sin saber que pasaba.

-¿Por que?-le pregunte con dolor. Ella iba a hablar pero la interrumpí-¿¡Por que!? ¿Por que demonios te casaste con Juan, mama?-se torno sorprendida tal cual afirmación.

-Hija yo...te lo iba a decir...-explicaba nerviosa, pero la volví a interrumpir.

-¿Cuando? ¿Cuando tuviera un hermano? ¡Al diablo con tus mentiras, mama! ¿Por que me lo ocultaste?-le dije, mucho mas alterada que antes, el aparato que marcaba mi pulso se volvió loco.

-¡Por esto mismo!-me grito-¡Y deja los insulto para otro, jovencita!-dijo apuntándome con el dedo. Yo simplemente la miraba fijo. -Quería decírtelo cuando estuviera lista, no ahora. ¿Como supiste eso?

-La foto, de ustedes felices, casándose, la queme, por eso ocurrió el incendio-admití. Algún día se enteraría de la verdad, y seria mejor que yo se la dijera.

Me miro enfurecida, pero hizo sus típicas 'respiraciones yoga'. Realmente odiaba cuando hacia eso, me hacia verme como una niña anormal. Y los sonidos que hacia, eran irritantes.

-Te dejare dormir-dijo, y finalmente salio de la habitación.

Cerré los ojos, tratando de aclarar las ideas en mi mente. Un recuerdo fugaz de mi padre se vino a mi cabeza. La última vez que lo vi. Estábamos con mama, en una cena muy importante para el. Lo iban a ascender pronto, si todo en la cena salía bien. Mi madre y yo nos portábamos de maravilla, o eso pensé por un momento. Salí a tomar aire un rato, y vi a una pareja discutiendo. Me acerque sigilosamente hasta ellos. Eran mis padres. Estaban muy alterados, no tenia idea, el cual por que discutían, pero era lo suficientemente grave como para discutirlo aquí. Solo pude ver, como mi padre alzaba la mano para plantarle una cachetada a mi mama. Yo grite, y no logro hacerlo. Ellos voltearon hacia mí. Con pena y furia. Mi padre agarro sus cosas y se fue. Más nunca volvió. Y aunque esa escena era lo suficiente como para odiarlo, no hice, ni lo hago, ni lo haré.

El sigue siendo mi padre, y además de esa escena, sabia que el amaba mucho a mi madre, como para pegarle, pero, eso fuera pasado si yo no fuera gritado ¿no?

Alguien me movió el brazo delicadamente. Y abrí los ojos rápido. Mire con atención, aquellos ojos grises, los cuales se posaban en mí, mostraban dolor. Sonreí tratando de aligerar el ambiente. El sonrío tristemente.

-¿Como paso?-me pregunto Austin.

-Mi madre se caso...-confesé, el se torno sorprendido, pero con un un ligero apretón de manos me insito a seguir-Estaba en mi casa sola luego de...-recordé lo de Jordan, y decidí omitir esa parte-No importa, lo cierto es que vi, la foto de la boda de mi mama, y la queme...-dije tratando de recordar todo- Me sentía horrible, no podía creer que me hubiera ocultado eso, cuando me pude dar cuenta, ya casi todo estaba en llamas...-conté con algunas lagrimas en mi rostro. El me las seco y me dijo que siguiera-Entonces, el humo me comenzó a ahogar. Logre llamar a los bomberos...y solo recuerdo que me caí y...aquí estoy.

-Siento no haber estado contigo...-dijo arrepentido. No era culpa de el.

-¿Por que te culpas? No es tu culpa, no eres mi ángel de la guarda-bromee un poco, pero el seguía igual de serio.

-Debí estar contigo...-dijo, pero antes de que terminara, entro Lorena.

viernes, 8 de octubre de 2010

Mi burbuja.


-¿¡Tienes idea de cuanto costo ese collar!?-me dijo mi madre, muy alterada. Mire mis manos, con incredulidad. Ella me agarro mi mano bruscamente, mientras me hacia mirarla. La mire desafiante-¡Discúlpate!-me ordeno, yo negué con la cabeza.- ¡Discúlpate ya!-me ordeno de nuevo. Yo solo desvíe la mirada. Juan le dijo que se calmara, que no tenia importancia-¡Vete a tu cuarto!-me grito.

-¡No lo haré por que me lo digas, lo haré por que no los soporto!-les grite en la cara, mientras subía a mi cuarto, algunas lagrimas se resbalando por mis mejillas, pero yo las seque bruscamente. Llegue a mi cuarto y azote fuertemente la puerta. Mientras agarraba mi guitarra, que estaba a un extremo de mi habitación.

Prendí mi estereo, a todo lo que daba, mientras sonaba la ruda melodía de Ignorance-Paramore. Sonreí mientras acariciaba las cuerdas de mi guitarra eléctrica. Empecé a tocar un poco lento, pero cuando empecé a llevar el ritmo de la canción fue genial, sentía la adrenalina correr por mis venas libremente.

Cerré los ojos, disfrutando de aquella canción. Ahora estaba en mi mundo, en mi pequeña burbuja. Mis manos tocaban rudamente la canción, y sin darme cuenta la canción ya iba por la mitad. Alguien entro a mi cuarto, tenía todavía los ojos cerrados así que no mire quien entraba. Escuche una guitarra, acompañar aquella canción conmigo. Abrí los ojos, mirando a aquella persona, sonreí mientras seguía tocando, acompañada de el.

Tocaba con la misma emoción que yo, pero ¿Cuando había aprendido esa canción? Imagino que estaba en clases de guitarra. Se empezó a escuchar más las guitarras que el estereo. Nadie se molestaba en venir a quejarse, ya que sabían, que no les haríamos caso, o por lo menos yo no. Era mi única forma de ser libre, y no la dejaría por unas personitas. La canción culmino, dejando un silencio absoluto, pero no incomodo, pero no sin antes, terminarla con un final espectacular. Jordan me sonrío, dejándose caer en mi cama, mientras se quitaba la guitarra, para ponerla en el piso.

-Si que te desahogaste ¿no?-bromeo, mientras miraba hacia la ventana. Lo imite, y vi a Juan y a mi madre, montándose en el auto. Los mire, o mas bien, lo mire con repugnancia y me fui a sentar a la cama.

El me imito.

-¿Recuerdas cuando, te obligue hacer 'Salto al acantilado'?-dije sonriendo. El me miro mal.

-Eso fue lo ¡peor!-dijo riendo-Recuerdo que mi soga, se rompió-dijo mirándome, yo la había roto, quería darle el susto del año por que me daño mi guitarra, por suerte la había reparado.-Y caí al lago, por suerte, estaba Austin y me saco, ya que no se nadar. Si no fueras niña, te hubiera golpeado...-dijo. Lo mire mal-Ok, igual no lo hubiera hecho ¿de acuerdo?-dijo aligerando la tensión. Yo solo me reí. Note una cicatriz, de la pelea de hoy.

-Me preocupaste-le susurre, mientras señalaba su cicatriz. Aquellos hermosos ojos verdes se posaron en mí, los cuales se parecían tanto a los míos. Sonrío un poco y acerco su mano a mi rostro. Me acaricio la mejilla, con solo roces.

-No te preocupes, te defenderé siempre, aunque no quieras-dijo mirándome a los ojos. Yo los esquive y me pare, dirigiéndome a la cocina, ya que mi estomago rugía.

-¿Me preparas algo de comer?-me dijo haciendo un pequeño puchero, mientras se sentaba en uno de los estantes de la cocina.

-No-cante, mientras sacaba una ensalada de la nevera.

-¡Por favor! No he comido nada...

-Prepárate algo-interrumpí.

-...y no se cocinar-termino, mientras me daba la vuelta, hasta que quedáramos lo suficientemente cerca para un beso. Me desate de su brazo y agarre la ensalada. El me voltio de nuevo, mirándome directamente a los ojos. Ahí me rendí, ¡me convencía siempre!

-¡No hagas eso!-dije sacada de quicio, no quería cocinar, tenia mucha hambre.

-¿Hacer que?-pregunto confundido.

-Hacer que...me pierda en tus ojos.-susurre, rogando que el no lo escuchara. Pero pude sentir la tensión en el ambiente. El carraspeo incomodo.

-Tengo que...irme-susurro. Escuche como la puerta se cerraba, dejándome sola. Igual ya estaba acostumbrada, siempre estaba sola. Además, la soledad a veces es buena ¿no? Por lo menos para mi si, necesitaba pensar muchas cosas.

Pero esta vez, ¡había arruinado todo! ¿Por que demonios dije eso? Dios, por una sola vez en mi vida ¿no podría haberme quedado callado? De todo eso que paso, se me quito el hambre. Agarre un encendedor y me puse a prenderlo y apagarlo. Mire hacia la sala. Y vi algo que me llamo mucho la atención. Era una foto, de dos personas, la chica con un vestido de novia y el con traje, claramente un matrimonio. Me acerque a la foto, y me lleve una gran sorpresa y decepción. Era mi madre y Juan...